Mis primeras anécdotas relacionadas con las ‘nuevas tecnologías’ comienzan cuando cumplo 6 años. Me habían regalado por mi cumpleaños un ordenador con un gran número de actividades, tanto educativas como de ocio (ahorcado, laberintos, juegos de precisión…). En realidad no utilicé mucho aquel ordenador, ya que con el paso del tiempo las diferentes opciones de jugabilidad se hacían repetitivas.
A continuación, recién cumplidos los 7 años, tuve mi primera consola: la PlayStation 1. Era una máquina bastante rudimentaria si la comparamos con las que existen actualmente, pero gracias a ella tuve mi primer contacto real con la tecnología. Otras consolas similares a ésta o, en su caso, evoluciones posteriores a la PlayStation 1 que también tuve en tiempos venideros fueron la PSP, la GameBoy Advance y la PlayStation 3.
Eso en lo relativo sobre todo al mundo de los videojuegos. Hablando ya de tecnologías más relacionadas con la información, es de obligado cumplimiento mencionar que mi primer contacto con un ordenador con conexión a Internet fue a la edad de 11 años, en el verano que precedería a mi ingreso en la Educación Secundaria Obligatoria. El empezar en el instituto fue uno de los motivos detonantes para que mis padres compraran ese ordenador. Un ordenador algo diferente a los normales, ya que los habituales en aquellos años eran ‘de caja’ y el que se está comentando es de pantalla fina, los típicos de escritorio. Fue un hecho importante, ya que ese contacto hizo que me familiarizara de una forma más rápida y eficaz con ese mundo, haciendo que me adaptara más fácilmente a la asignatura de Informática que tendría en la ESO.
Esto, sumado a que también acudí a clases de mecanografía, me fue de una gran ayuda a la hora de manejar este aparato.
Ya por último, y no por eso menos importante, sino al contrario, hay que hablar del ordenador portátil, el móvil y finalmente la Tablet. Mi primer ordenador portátil lo tuve con 17 años, ya que fue un regalo de mis padres ante el hecho de irme a estudiar a Santiago. Además, me había decidido a estudiar la carrera de Administración y Dirección de Empresas, con lo cual el uso del ordenador sería de gran magnitud e importancia (utilizando programas característicos como Excel o el propio Word).
El móvil fue, es y seguirá siendo un elemento fundamental si hablamos de la manera de relacionarme con el mundo y continuamente con las personas (a través de aplicaciones como Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram…), haciéndose imprescindible e inimaginable el no contar con él. El primero que tuve fue con 12-13 años y apenas servía para realizar llamadas y divertirse con algún juego Arcade. Con el paso de los años acabé adquiriendo uno con muchas más funciones y de diversa índole, aunque las aplicaciones más utilizadas siempre suelen ser las mismas, cuatro o cinco.
Finalmente, la Tablet apenas la he utilizado hasta el momento, pero se presume de gran relevancia a lo largo de mi paso por la Universidad, así como elemento de disfrute y ocio en mi tiempo libre (viendo cualquier película, por ejemplo).