¡Muy buenas tardes a todos y a todas!
A continuación os hablaré de una manera breve pero profunda cuán significativa es la sabiduría en lo que a educación en valores se refiere.
Bien es cierto que el “nivel de inteligencia” o la sabiduría propiamente dicha varía en función de la persona. No todos/as somos iguales, sino al contrario, somos tremendamente diferentes. Una de estas diferencias viene marcada por lo que acabo de comentar.
Si nos ceñimos a la definición de la RAE, la sabiduría sería algo así como el conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia. En principio parece una definición bastante cercana a la idea que ya se tiene, a la vez que interesante puesto que deja alguna incógnita. Es decir, ésta se adquiere “mediante estudio o experiencia”, por lo que es algo que el ser humano va desarrollando desde que nace. Toda experiencia es absorbida para posteriormente utilizarla y comportarse en función de un resultado que se dio previamente en otro momento de nuestra vida.
Por lo tanto, un/a menor de 7-8 años no tiene la misma sabiduría que una anciana de 80 años (ya que ésta última ha vivido mucho más tiempo y ha podido asimilar conceptos y resultados que se dan ante ciertas conductas, haciéndola cada vez más sabia). Por eso os traigo este vídeo en el que se puede observar como niños y niñas de Primaria no hacen más que responder con preguntas a otra pregunta que se les hace anteriormente.
¡Ahí podemos ver las ganas de aprender que tienen los más pequeños!